septiembre 14, 2010

Fueron tus ojos.

Cuantas veces intenté descifrarte,

nunca renuncié a escucharlo de tu boca.

Lo busqué incontables veces,

te observé y escuché claramente y así

descubrí que no era un problema de sinceridad.

Tu mundo siempre fue mas oscuro que el mió,

fue una lastima no poder pintar de colores tu corazón.

Ojalá otro lo logre.

Ojalá la felicidad borre el rencor y estés en paz.

No logré que tus palabras te sinceraran

pero tus ojos fueron mis cómplices...

Ojalá algún día sea mi corazón el que logre decirte adiós.

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