julio 31, 2010

En las cavernas éramos felices.

Me ha tocado escuchar afirmaciones como “los seres humanos somos de las especies mas evolucionadas, por eso perduraremos en el tiempo”. Algunos seguramente defiendan esta afirmación exponiendo fundamentos que les sonaran sólidos íntegramente, pero a otros no nos suena tan certera cuando nos ponemos en cero y desde ese punto nos comparamos con las demás especies.

No hay que negar que los seres humanos contamos con características que nos hacen únicos, siendo esto algo que nos individualiza, así como también otras especies cuentan con sus características que las convierten en únicas e increíblemente adaptables.

¿Que quiero decir con esto? A diferencia de las demás especies los seres humanos creamos cosas y situaciones, nos adecuamos a la realidad que nos inventamos y dejamos el paso libre a que esta “realidad no tan real” cambie nuestra situación y juegue variando constantemente.

Entonces, ¿seria posible afirmar que esa cualidad que nos hace resistir y perdurar no sea tal? porque nosotros no resistimos sino a lo que nosotros mismos creamos (no en todos los casos). Nuestra realidad no es mas una ilusión, aunque no deja de ser valedera. Es verdad que nos adaptamos, pero lo hicimos y lo hacemos simplemente porque tenemos el poder de cambiar lo que nosotros creamos.

Los animales “salvajes” no crean su realidad, simplemente la viven. Esto es increíble si notamos que ellos sin el poder de crear nada obtienen lo mismo que nosotros y pierden menos. Tanto los animales “salvajes” como nosotros nacen, se alimentan y se reproducen.

Nosotros seguimos el mismo ciclo, nacemos, nos alimentamos y nos reproducimos, y a su vez somos capaces de crear herramientas poco naturales que nos facilitan el realizar esas funciones. Ahora, porque somos tan especiales si nosotros logramos exactamente lo mismo que ellos y contamos con “ayuda extra”. A mi entender eso los hace a ellos más especiales que a nosotros.

Anteriormente dije que los animales “salvajes” pierden menos que lo que perdemos nosotros los seres humanos. Esa es una realidad que es consecuencia de las situaciones creadas por nosotros. Este poder de crear realidades paralelas tiene sus consecuencias, es verdad que muchos de nosotros nos las vivimos a corto plazo por distintas razones pero seguro en algún momento de harán ver.

Una de las consecuencias que vienen de la mano de esa realidad paralela es la obtención y perdida de cosas materiales creadas y valoradas por nosotros. Es esta relación “creación – perdida” lo que nos hace perdedores de esta “contienda”. Los humanos somos adaptables como la mayoría de las de las especies, pero a diferencia de estas, nosotros nos adaptamos a lo que creamos y no mantenemos una igualdad comparable con los otros seres porque no nos mantenemos bajo las mismas circunstancias.

Ahora bien, esas cosas materiales a las que nos apegamos, cuando están o no, a nuestro alcance, hacen surgir un sentimiento de dependencia que se vuelve desesperante y que solo nos deja ser concientes de su verdadero efecto en nosotros cuando ya no las tenemos.

Somos perdedores porque creamos lo que nos convirtió en infelices. Es verdad que solo se sabe lo que se tiene hasta que se pierde y este es el punto clave. Es nuestra ambición lo que nos hace infelices, ese sentimiento de siempre querer mas es lo que nos destruye y es por ese sentimiento que nos destruimos ente nosotros.

Logramos sentir que importa más el sentimiento provocado por lo material que el que provoca lastimar a otros por obtenerlo, y eso (a mi entender) nos hace inferiores.

¿Que ser puede jactarse de ser inteligente o evolucionado cuando crea algo que lo destruye progresivamente?

Así fue que llegué a la conclusión de que los seres humanos en realidad no somos tan inteligentes. Las demás especies logran controlar la realidad en la que viven porque no la alteran constantemente y eso las hace mucho más especiales que nosotros.

Nosotros no logramos ser superiores por nuestros medios y por esa razón es que creamos otra categoría.

Ellos nunca serán presos de su realidad porque simplemente la viven.

Tenemos mucho que aprender y nos ayudaría mucho observar.

julio 27, 2010

Dios es bipolar.

La historia ha demostrado que “la fe mueve montañas”, a lo largo de los años hemos visto y probado que todas las personas precisamos creer en algo que nos motive cuando tenemos un bajón, o necesitamos algo que parece inalcanzable, es una verdad que algunos entienden y otros no. Hay cientos de religiones y profetas sueltos por ahí, todos con sus libritos de textos que nos dicen que esta bien y que no, que es lo que le gusta a Dios y que no, todas dicen que debemos rendir cuentas a “el creador”… Ahora, siempre me pregunte esto: Si dios (sea cual sea o de la religión que sea) es el creador o el responsable de los que somos y tenemos, es el guía creador y el juez final de nuestras acciones ¿Por qué creo personas que no lo siguen o personas que no cumplen con su ideal celestial? ¿Qué quiso hacer?

Si, por ejemplo, les preguntas esto a los católicos te van a decir que dios nos pone trabas y pruebas en nuestro camino para que las “pasemos” y nos ganemos “el boleto” al cielo.

Yo les creería pero se me hace difícil. No logro entender que cuando pasa algo malo la explicación sea “dios lo quiso así” y cuando pasa algo bueno es “por la gracia de dios nuestro señor”…

Según estas personas (los religiosos) Dios creo todo, la tierra, los mares, los animales y los humanos. Y dicen que a las personas las creo a su imagen y semejanza… ósea que deberíamos entender que Dios pasó por varias etapas, fue hombre, mujer, ateo, filosofo, homosexual, lesbiana, violento, travestí, drogadicto, traumado, fóbico, nazi, liberal, monarca y otras cosas mas. Es la única explicación que encuentro.

Si existe, debe estar de acuerdo con todas las elecciones y pensamientos que hacen y tienen las personas, porque él nos creo y por alguna razón creo tanta variedad. Esto es correcto o Dios no practica la autocrítica ¿No? Seria muy raro que “algo” o “alguien” que tiene el poder de crear cosas y seres, lo haga en una forma en la que no esta de acuerdo, y menos si después se tiene que tomar el trabajo de juzgar a seis mil millones de pecadores, ¿no?…

Siempre hay otra opción. ¿No será que todos somos “Dios”? Dios ¿No será esa voz que todos tenemos en nuestra cabeza (conciencia) que nos dice que es lo correcto y que no?

Todos en algún punto tenemos la posibilidad (no siempre) de elegir nuestro camino y también de cambiarlo cuando sentimos que no elegimos el correcto. Para que creer en algo que, si existe, lo único que hace es quemarnos la cabeza con una falsa moral que solo algunos millones de hipócritas siguen… seamos realistas.

Es mejor creer en nosotros, es mejor creer en las personas por más decepciones que nos llevemos, al menos somos reales, somos perceptibles y entendibles en la mayoría de los grados. Tenemos muchos defectos y a veces también juzgamos sin saber y sin querer entender que nuestra realidad no es la misma que la de los demás…

Por lo pronto yo elijo creer en las personas y cuando me toque juzgar veré si me animo a tirar la primera piedra :)

Vivan como quieran… que su conciencia los bendiga :)

julio 26, 2010

Después de la pasión.

Si salgo a preguntar por las calles de este planeta ¿Cuál es el periodo mas lindo o el mas recordado de una relación? La respuesta, como todos estamos acostumbrados a escuchar, va a ser “los primeros meses son los mejores”.
Eso tiene mucho de verdad. No se si serán los “mejores” pero la realidad de una pareja cuando recién están empezando es la de “los mimos”, la de las charlas de horas, las cenas, y sobre todo los mejores desayunos, que son muy buenos, por no decir elementales. Estas situaciones hacen que estos momentos, además de nuevos en nuestra rutina, sean sumamente emocionantes y divertidos…
Es normal que sintamos que es la mejor época y mas aun cuando sentimos que lo compartimos con “la persona ideal o con alguien especial”. Pero ¿que pasa cuando ese fuego disminuye? ¿Que es lo que hace, además la famosa costumbre, que esas situaciones se den menos y en casos estén al borde de desaparecer?
No creo que sea una cuestión de costumbre, más bien creo que es una cuestión de evolución de la pareja. No pretendo afirmar con esto que exista un ciclo que sea recorrido por todas las parejas de igual forma, pero es algo conocido por todos, a todos se nos apago un poco el fuego luego de determinado tiempo.
Es una cuestión de evolución, más que nada, por el cambio que se da. No es que se disminuya el sentimiento que tenemos por la otra persona, simplemente aparecen otras cosas que son más interesantes que el fuego y que la pasión. Sentimientos que marcan mucho más y son excepcionales.
Hablo del entendimiento, de la intimidad, del amor, la confianza, el “ser compinches”…
Es verdad que la pasión tiene sus cosas buenas y tiene otras que son geniales, pero no lo es todo. Las relaciones a veces se terminan cuando la pasión se va, pero no se ve claramente que ese sea realmente el motivo o quizás, si lo es, yo no lo comparto. A mi entender no es, que la pasión se haya terminado, el motivo real, sino que simplemente no había nada más que eso, nada más que pasión.
Las parejas, muchas veces, no logran conectarse al grado de poder soportar la partida de alguna de esas sensaciones, pero no es por estas sensaciones mismas, sino porque no aparecieron otras como el entendimiento y la confianza que son posteriores y tan o mas importantes que estas que ya no están.
Hay parejas que no evolucionan porque no tiene que evolucionar. Pero hay otras que si lo hacen, por eso seria bueno que frente a las dudas que aparecen cuando la pasión se va, nos preguntemos que es lo que nos queda, y si revolvemos bien quizás encontremos algo mas valioso que lo que perdimos, quizás seamos de los suertudos que logran conocen el amor.

Conocer el amor… muy recomendable :)

julio 25, 2010

¿Normales?

Podría decirse que la mayoría de nosotros nos sentimos normales, pero ¿porque? Que es lo que nos hace normales o anormales sino nosotros mismos. Este término nos ha llevado a muchas confusiones con algunas consecuencias no tan divertidas, pero algunos hemos sacado provecho de esas consecuencias y hemos intentado analizar el accionar de las personas desde un lugar en donde la normalidad simplemente o no existe o, en contrario, cuenta con tantos grados como personas en el mundo. Vamos a analizar las dos hipótesis planteadas sobre este concepto tan sujeto a opinión y a confusiones. Empecemos por la primera. Que posibilidades existen de que hoy en día este concepto no deba ser utilizado, porque hay tantas formas de vivir y tantas personas distintas unas de otras que este concepto parece no encajar en nuestro día a día. En caso de estar en desacuerdo con esto, estaríamos entonces en posición de pedir que alguien nos explique o por lo menos defina cual realmente el sentido de esta palabra. Pero bueno como todos sabemos esto es imposible. Ahora como no contamos con nadie que sea el dueño de la verdad y menos de nuestras mentes, es que debemos nosotros mismos buscar un lugar a esta palabra. Va a ser un poco difícil si tenemos en cuenta que todos tenemos distintas formas de pensar y distintas prioridades, pero de igual manera queda planteado. Hay que tener en cuenta que para que algo sea considerado como anormal, debería tener características que lo separen de las otras y a su ves estas otras deberían tener las suficientes características en común para considerarse las correctas y por lo tanto normales, ¿no? Pasemos a la segunda hipótesis. En caso de este concepto sea aplicable a nuestra realidad, parecería que debería tener bastantes grados, porque es una realidad en la que no todos tenemos las mismas costumbres y no pensamos ni entendemos de la misma forma, entonces, o somos todos anormales o graduamos la normalidad. Esto es muy simple de entender, las personas pensamos y actuamos diferentemente unas de otras aunque generalmente siempre hay alguien con el que compartamos costumbres y formas de pensar, por ende debería haber distintos grados de normalidad, uno para los judíos, otros para los católicos, otro para los ateos. etc. etc. Para aplicar este concepto deberíamos adaptarle tantos grados como grupos de personas que vivan y piensen de la misma forma. Solo de esa forma lo adaptaríamos a las distintas realidades y entonces lo podríamos aplicar, seria desordenado es verdad, pero somos desordenados en tantas cosas que nos adaptaríamos a esto también. Aun así queda una tercera opción, como no podría ser de otra forma, y es que simplemente te resbale y nos busques sentirte normal y más aun no pretendas aplicar tu concepto de normalidad a la forma en la que las demás personas deciden vivir o disfrutar de su vida. Sin duda esta es la más difícil. Es la mas difícil porque las personas tenemos la mala costumbre de creer que lo que nosotros elegimos hacer o no, siempre es lo correcto y queremos que los demás tengan la misma postura. Es aquí donde surge el problema, porque el verdadero problema no es ser normal o no, sino que el problema está en la tolerancia que nos hace falta para entender las opciones de las demás personas. Intenten solo un segundo entender porque las personas muchas veces pensamos diferente y actuamos de maneras en las que no todos pensamos que es la correcta y entenderán porque este concepto no tiene cabida. El problema no es ser o no ser normal, porque las personas nos volvemos normales en el momento en el que aceptamos que somos diferentes.

Ya se que estoy re loco… es lo que me hace feliz :)